11 mayo 2019

Orbea Monegros 2019

Tras 6 años de mi última Monegros, este año animado por la grupeta decidía volver con un objetivo común, bajar de las 5 horas por primera vez tras tres ediciones. Desde entonces me he aficionado a la carretera, condicionante suficiente como para lograr mi reto.
 Así llegaba este año a la Maratón Monegros, con muchos kilómetros sumados este invierno y con la motivación y consejos de los compañeros de como afrontarla.

BTT Prototypes adquirida para el reto 

Me presenté en Sariñena, a las 9:30 con tiempo suficiente como para reunirme con la grupeta que pasaron noche allí, recoger el dorsal, comer un plato de pasta con fruta y cambiarme para estar en la linea de salida una hora antes. La mayoría salió del primer cajón y a mi me tocó salir del segundo con 1500 ciclistas de separación.

Cajón 2 Skoda. Aqui me encontré con mi antiguo company de salidas Pol Fadó

Se daba la salida y tras esperar que salieran los del primer cajón nos tocó a nosotros. Por detrás 3 cajones mas hasta un total de 8000 ciclistas.
Salimos ligeros, como casi todo el mundo, con mucho cuidado de los posibles enganchones de la gente que busca posición. En un par de kilómetros controlando un lado y otro me pasaban tres o cuatro ciclistas muy rápido por la izquierda, me sonó la campana... ya tenía enganche.


Pegado como una lapa a ellos se iban abriendo paso del cual nos aprovechamos todos los que nos subimos al primer tren del dia. Y así pasaron 20 kilómetros hasta que se despejó un poco y se pudo dar algún relevo.
Pasaban los kilómetros, el grupo iba rápido pero yo decidí dosificarme sabiendo lo que quedaba por delante. No di relevo, tan solo dos iban tirando fuerte hasta que petaron y el ritmo comenzó a bajar. Un grupo nos pasó de atrás a full y unos cuantos fuimos los únicos que nos pudimos subir. Era una estrategia ventajista pero no me podía permitir darlo todo tan pronto. Así hasta el comienzo del puerto de Piedrafita que lo pude subir con fuerza gracias a la dosificación que había hecho.


El pelotón se deshizo en la subida, y en la bajada me unía con dos competidores, uno con gravel, para rodar con ellos haciéndonos continuos relevos con el aire a favor. Así llegamos hasta el km 61, no paramos en el avituallamiento y aquí se puede decir que comenzaba la verdadera prueba.

Como de la nada se formó un gran pelotón de unas 20 unidades, justo donde mas se necesitaba pues al dar la vuelta la carrera nos tocó luchar contra el temido Cierzo, el fuerte viento racheado aragonés que se produce aquí canalizado por el valle del Ebro. La mejor estrategia para contrarestarlo fueron los continuos relevos cortos del gran pelotón.
Se iban adelantando a muchos que intentaban unirse pero el agotamiento que llevarían no les dejó subirse al tren.



Así 30 kilómetros, recogiendo gente por el camino hasta el tercer avituallamiento. Mas de la mitad del grupo paraba pero yo, por consejos de mi grupeta llevaba dos bidones grandes y comida suficiente como para no tener que parar.
El aire comenzó a pegar de lado, se hizo mas llevadero y la mini grupeta en diagonal seguimos avanzando. Se volvía a recoger mas gente por el camino y me fijé que todos los colores de los dorsales de mis acompañantes eran del primer cajón. Buena señal, estaba bien situado.


Los kilómetros pasaban, las rampas se alternaban con las bajadas hasta llegar al final del segundo perfil ascendente de la prueba, me encontraba bien a pesar de los kilómetros y el ritmo.


Km90. Hora de tomar un gel  y ya en el 100 mi pequeño error del día. Aunque me quedaba algo de agua, suficiente para los 17 kilómetros que me quedaban, no me fié y decidí parar en el último avituallamiento en bajada para beberme una isotónica rápido, pero al volver a la pista tardando tan solo unos 40 segundos escasos me di cuenta que mi tren se había escapado!. Estaba solo y el aire soplaba mas fuerte que nunca. Los veía a lo lejos pero no me acercaba, lo tuve que dar todo lo que no había dado hasta entonces para poder llegar a ellos. Pude estar con ellos hasta el 105 en Albalatillo, cuando vi que se hacía un corte pero el esfuerzo físico que había hecho no me dejó irme al corte quedándome en un segundo grupo mucho mas lento para afrontar los últimos 12 kilómetros.


Aún así llegué a meta super feliz y con una satisfacción enorme por el tiempo que me salió, mejorando todas mis expectativas y por haber conseguido uno de los retos que me propuse al principio de temporada. Casi una hora menos del mejor tiempo de hace 6 años y mas de una hora de las otras dos veces, hace 7 y 8 años. Todo ello imaginando el tiempo que nos hubiera podido salir si no hubiera aparecido el temido Cierzo!




Posición 102º de la general, una lástima el pequeño error que me privó de un top100. Ya tengo excusa para volver y no esperar otros 6 años jejej.
A todo ello agradecer a mi nueva grupeta la motivación y los entrenos con ellos este invierno con gran acumulación de kilómetros y sus consejos y estrategias de esta exigente cursa.

Grupeta a la llegada, todos under 5h.

Grupeta el Templo del Biker casi al completo

Altimetría

Tiempos grupeta:

Valentín Romero  4:07:43
Sergi Pi                 4:22:36
Jose Herrera Cw   4:24:34
Carlos Pi               4:33:39
Miguel Checa       5:04:02
Paco Dorado         5:31:48
Alex Pi                  5:34:30

Cuanto ha cambiado la organización desde la última vez que vine!. La experiencia ha hecho que hayan mejorado mucho en todos los aspectos por lo que quiero reconocer desde aquí el gran trabajo que han hecho, gestionar 8000 participantes no es tarea fácil pero la gran experiencia de los voluntarios, fuerzas de seguridad, cruz roja y patrocinadores hacen que tantos ciclistas quieran estar presentes en esta prueba. Avituallamientos super completos, la pasta party, un gran menú al final con cervecita barra libre y demás bebidas, masajistas, lavado de bicis, duchas, stands, estancias para comer, una bolsa de regalo completa con forro polar, barrita, gel, trofeo finisher y tantas cosas que me dejo que hacen de este evento único en Europa.

Bolsa corredor

Hasta el año que viene amigos!