Aquí me encuentro con mi company "il pirigrino", como diría nuestro amigo Muler, en el restaurant del castillo de Guanta.
Legia y Recordá esperando la torrada de panceta para cojer fuerzas.
Tramo a pie de la larga trialera de Guanta a Tres pins.
Enlace de la trialera PR con los Tres pins.
Gracias a Artero nos enteremos que este cruce es llamado Tres pins por el triangulo que hacen estos tres grandes pinos. Hace tiempo serían los únicos que habrían por su tamaño.
La bajada que hicimos hasta Sant Sebastià fué tan espectacular como entretenida, técnica pero nada peligrosa.
Aquí, a nuestra derecha ibamos a almorzar en un principio pero llamemos y nos dijeron que solo abrían los fines de semana.
Momento antes de reanudar la marcha.
Pasando por una de las callejuelas de Sant Sebastià, un pequeño pueblo de cuatro casas pero con encanto.
Ermita de Sant Sebastià con unas magníficas vistas de los Cingles de Gallifa.
Fusión del transporte y el destino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario