Angliru, "el olimpo del ciclismo". Con esta frase se da la bienvenida a todos aquellos que llegan al inicio de la ascensión de este coloso de categoría especial.
Cuantas batallas épicas se han vivido aquí en la vuelta ciclista a España y cuanto se a hablado de este terrorífico alto. Según se dice entre muchos ciclistas, que al menos una vez en la vida se a de subir. Con todos estos adjetivos que se han llegado a hablar del coloso riosano no podía dejar pasar la ocasión de subirlo en mis recientes vacaciones a Asturias.
En mi segundo día de estancia en este paraíso natural me acerqué hasta la población de la Vega Riosa cerca de Oviedo en plena sierra del Álamo. Mi programa constaba en subir a la familia en coche hasta el área recreativa de Via Pará, en el kilómetro 4,5 de ascensión a l'Angliru, un lugar ideal para esperarme por su equipamiento de mesas, tranquilidad y un paisaje incomparable con el pico del Monsacro de testigo.
Aquí descargué la bici, me visto de faena y bajo hasta la Vega Riosa para comenzar la conquista desde el km 0.
En la bajada me fui mentalizando y pensando donde me había metido, suerte que el tiempo me acompañaba con un día despejado y con una temperatura agradable dentro de la época en la que estábamos.
Llegada a Via Pará donde la familia me daba ánimos para la segunda parte de la ascensión. Muy importante haberse dosificado en esta primera parte para poder realizar con éxito las duras rampas que vienen a partir de aquí.
A partir de aquí guardo el móvil, se acabaron las fotos hasta que no haga cima pues la mente y las piernas deben estar al 100% sin despiste ya que esto me podría romper el ritmo que a de estar en activo en todo momento. Por lo que las fotos que se verán a continuación las hice en la bajada pero las pongo antes para ordenarlas cronológicamente y que se pueda ver a lo que nos afrontamos.
Los siguientes 5 kilómetros tienen una media de casi el 14% con la cuesta les Cabanes, Cobayos y Cueñas les Cabres como principales escollos, uno tras otro sin pausa ni descanso posible. Si no entras bien, mal sales jejej.
Tras esta rampa, seguidamente comienza la de Llagos, mas suave entre comillas pero con una pendiente del 14,5%
KM9 de subida y vuelven sin descanso ninguno las curvas de los Picones y Cobayos al 20% y al 21,5% respectivamente con un kilómetro al 12% de media y otro al 14,1%, suficientes estos dos últimos kilómetros para vaciarte si no has sido precavido antes de llegar al tramo rey de la ascensión, la Cueña les Cabres!
Y llegó el temido cartel, el que anuncia la pared mas terrible de los puertos que conocemos, una barbaridad al 23,5% de desnivel superior incluso a los tramos mas inclinados del Mortirolo, Zocolán, Tourmalet o Alpe d'Huez.
Llega justo en el momento donde llevas sufriendo las embestidas de esta subida durante mas de 10 kilómetros, los que sumados a los 2 últimos kilómetros y en recta es lo que lo hace mas devastadora sin mas.
Una vez llegados aquí, tras la curva de Cobayos al 21,5% solo te da tiempo de reordenar tu cabeza y mente, resoplar, coger aire y darle fuerte a las piernas!
Aquí hasta andando cuesta mantener la verticalidad. Un desarrollo 39x28 era mi apuesta, en estos casos echas de menos los desarrollos de la BTT, pero el reto es este.
Aquí no hay mas remedio que hacer eses, me retorcía sobre la bici aprovechando el ancho de la calzada incluido el pequeño arcén a la derecha, todo el rato de pie para alcanzar el objetivo de estos 450m infernales y pasó lo irremediable, a unos 50 metros de pasar este calvario en una de las eses me patinó la rueda trasera al perder adherencia y tuve que poner pie a tierra para no caerme. Si aqui se cuenta todo, lo bueno y lo malo! jejej
Pero el reto es este y hay que engancharse si o si, por lo que tras tres intentos en los que no podía mantener el equilibrio para engancharme al pedal al final en dos segundos con la bici parada manteniendo el equilibrio click y golpe rápido de pedal. A seguir dándole a las piernas!.
Al final y con casi a 200 ppm salvo esta tremenda rampa.
Podemos pensar que todo a pasado pero no!, con las pulsaciones ya estables ahora tocan las grandes rampas del Aviru al 21,5% y les Piedrusines al 20% y con un kilómetro al 13,6% de media...
kilómetro 12 de subida, cambiamos de vertiente para buscar ya los metros finales ya suavizados.
Objetivo cumplido!, exultante por haber sumado este renombrado altar del ciclismo.
Momento para disfrutar de las vistas desde la explanada de la cima, acondicionada para albergar la gran caravana ciclista en las finales de etapa de la Vuelta.
Tras las fotos de rigor y un intercambio de impresiones de nuestra ascensión con el company de Girona que me hizo la foto, bajada para reencontrarme con la familia, echando las fotos que no hice en la subida!.
Pero aquí no quedó mi aventura ciclista en estas tierras, en el enlace mi otra conquista: Lagos de Covadonga
1 comentario:
Eres todo un campeon!!!��������
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