


Desde el mismo turó de Sant Mateu cogimos una trialera apta para “profesionales”, en la que tuvimos que poner mas de una vez pie a tierra, el corriol nos dejaba en el camí de Can Gurgui, para continuar bajando hasta Vallromanes.
Aquí nos encotramos en la escalera de acceso a la ermita románica de Sant Mateu. Capilla documentada desde el año 993.

Desde allí subimos el coll de Can Corbera por el campo de golf para llegar a Santa Perpètua por Can Girona y Sant Fost con 45 km. Una buena ruta de entrenamiento para el próximo reto de mi amigo Manu, la pedals de foc.
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